lunes, 19 de enero de 2015

Periodismo e Integridad


"La gente necesita creer en la solidez de tu carácter e integridad"

J. Kouzes and B. Posner


Como líder social, el carácter y los valores constituyen la rúbrica que define la práctica profesional del periodista.  La selección debe ser basada en el carácter y valores, jamás en los triunfos. El carácter y valores de un periodista no se comprometen.

El elemento fundamental en la práctica del periodismo es la Integridad. Son los ejemplos y modelos de integridad en el periodista que impactan y mejoran la sociedad. La integridad en el carácter del periodista se refleja en lo que comunica, la razón por la cual lo hace, sobre quien/quienes, y que resultado espera obtener.  

El periodista que esclaviza sus criterios profesionales a intereses que no son del bien social, no avanza el proceso democrático.  Ya que carece de integridad suficiente como modelo para ser líder social y mucho menos, líder transformacional.  Es un sujeto social desmoralizado y desmoralizador.


Hector Geager

Noviembre 30, 2014

lunes, 2 de septiembre de 2013


Dos Tipos de Liderazgo Político

En el liderazgo político, los líderes transformacionales se destacan y sus gobiernos causan un mayor impacto histórico, al enfocarse en la implementación y desarrollo de cambios institucionales; en tanto introducen medidas políticas y económicas para favorecer y empoderar a sectores sociales más amplios. 
Los líderes transformacionales respetan las normas y el estado de derecho. No se consideran por encima de las leyes.  También mantienen un alto nivel de acountability y generan grandes expectativas entre sus allegados y ministros.  No toleran la corrupción administrativa y actúan rápidamente, con valentía y coraje, cuando hay indicios de corrupción.  Abren el proceso político y económico haciendo que todo el mundo obedezca las reglas del juego.  Ello facilita el empoderamiento de los ciudadanos.  Por ejemplo, promulgan leyes de patentes que faciliten la entrada de todos los sectores sociales en las actividades económicas de la nación, y hacen que todos respeten las leyes de la propiedad privada.
Además, defienden y promueven el pluralismo político como también refuerzan la institucionalidad de las instituciones estatales.  Lula es un modelo de líder transformacional, por representar y apoderar al segmento social de la clase trabajadora brasileña.  A pesar de que algunos de los ministros que sirvieron durante su administración gubernamental han sido implicados en actos de corrupción.  Como sostiene la Doctora María Elena Martin, “En rigor el gobierno de Lula tuvo altísimos niveles de corrupción, que recién Dilma está bajando. Ella echó a de siete a ocho ministros de la gestión anterior con fuertes sospechas de corrupción.”
Aquellos líderes políticos que se orientan a mantener el statu-quo a través de la construcción de obras de infraestructura y la compra-venta de favores políticos, son líderes transaccionales.  Como tales, a corto plazo tienen un impacto inmediato, pero a largo plazo su impacto en la sociedad es de menor cuantía política y económica. Ello se debe a que usualmente son líderes que no exhiben rectitud ni integridad en sus acciones.  Al final, cuando se examina cuidadosamente cómo han administrado el estado, surgen evidencias que indican el empeoramiento de las condiciones políticas y económicas de sus pueblos. Por ejemplo, el indicador más concreto es la amplitud de las diferencias de ingresos entre las elites del país y los demás segmentos sociales. Otra variable que se puede estudiar son los déficits que crean al recurrir a préstamos internacionales. En consecuencia, tanto la educación como la salud son áreas que particularmente sufren las embestidas de este tipo de líderes, que embrutecen y malogran a sus pueblos.
Finalmente, sus excesos políticos comprometen y corroen la integridad de las instituciones, creando así una gran falta de confianza de parte de los ciudadanos en las mismas. Para muestra basta con preguntar al ciudadano común si tiene confianza y respeto al sistema judicial, y si los jueces van a reconocer sus derechos legales de la misma manera que lo harían con miembros de las elites.  Este simple ejercicio dejaría ver el grado de des-institucionalidad imperante.  La anemia institucional que crean es un elemento primordial en el estudio y comprensión del proceso de desarrollo de sus naciones.
Por último, muchas veces aparecen algunos líderes híbridos que combinan elementos transformacionales con transaccionales.  Estos generalmente fracasan porque no tienen una posición definida.  Terminan siendo ineficaces porque aíslan tanto a las elites como al resto de la sociedad.  Nada más hay que analizar los resultados y consecuencias de sus gobiernos para medir los grados de su ineficiencia e inefectividad administrativas.
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Nota: Gracias a la Doctora María Elena Martin, politóloga en la Universidad del Salvador, Argentina, por su observación sobre la administración de Lula y las correcciones textuales.  Como también agradezco las sugerencias y correcciones editoriales de Roberto Benitez.

domingo, 18 de noviembre de 2012


Tribunales Populares Como Práctica Democrática

“Ningún hombre esta por encima de la ley y ningún hombre esta por debajo de la ley

Theodore Roosevelt

               Es interesante la idea de los tribunales populares como un simbólico medio de juzgar a aquellos lideres políticos que cometan actos de corrupción, o que la hayan permitido bajo su amparo, sino también por las decisiones que hayan tomado en detrimento de sus pueblos. En países adonde las instituciones del estado están históricamente desprestigiadas, como por ejemplo el sistema judicial, por la ausencia de credibilidad y confianza, es casi un derecho democrático de los ciudadanos constituirse en jueces de aquellos líderes que los condenan a la pobreza y al subdesarrollo.

               Para enfocar mejor el asunto de los tribunales populares dentro del marco político, hay que aceptar la primicia del orden político sobre el económico, ya que son las instituciones políticas que dan origen al orden económico, y no viceversa. En sociedades adonde las organizaciones e instituciones estatales son ineficientes e inefectivas, prevalece el desorden económico. Los gobernantes electos son responsables de estas instituciones y como tal es su deber hacerlas mas eficientes, siendo sus metas el crear prosperidad, y por consiguiente, el desarrollo del país. Es de ahí, que las decisiones que toman los líderes políticos crean la prosperidad o la pobreza de sus compatriotas. Acemoglu y Robinson sostienen que, los “. . . países son pobres porque aquellos que tienen el poder toman decisiones que crean la pobreza.”

            Aunque es inquietante, debemos entender y aceptar que aquellos líderes a los cuales sus pueblos, a través del voto, les otorgan el poder de decisión, hacen malas decisiones y cometen errores a propósito. Deciden aceptar o cometer actos de corrupción a sabiendas de que las instituciones son ineficaces e inefectivas en el ejercicio de sus funciones, y que por lo tanto, están al margen de las leyes. Se consideran intocables. Consistentemente socaban la legitimidad y credibilidad de las instituciones del estado hasta que los pueblos desarrollan desconfianza, cinismo, animadversión y apatía hacia estas instituciones. Hay que reiterar y enfatizar que es a propósito que actúan corruptamente y no por ignorancia, o por error. Crean una cleptocracia, donde se revuelcan como lideres cleptómanos políticos.

         Para comprender mejor el asunto de la corrupción, y consecuentemente la pobreza de los países, debemos estudiar como realmente se toman las decisiones en los círculos del poder político; como se toman decisiones en La Presidencia, El Congreso y La Justicia. Además de identificar quienes son los que realmente toman las decisiones. También hay que entender las razones que los líderes políticos dan para justificar sus decisiones. Pero más importante aún es excavar dentro del palabrerío las verdaderas razones detrás de sus decisiones. Hay que preguntarse cuales son los intereses personales que dirigen a los que tienen el poder de decisiones.  ¿Quiénes se benefician de las decisiones que ellos toman? ¿Cuáles son las implicaciones futuras para el país y las instituciones del estado?

         Es basándome en este sucinto y breve análisis de como las instituciones y gobernantes contribuyen a la prosperidad o pobreza de sus naciones, que considero la creación de tribunales populares un derecho democrático como simbolismo de la falta de confianza de los pueblos en las instituciones del estado. Los pueblos tienen el derecho de juzgar a los corruptos y habilidosos que se enriquecen a través del estado imparcialmente, sin tomar en cuenta afiliación política, posición económica o social. Es un crimen de lesa patria el condenar países a la pobreza. Donde la educación, la salud, el carácter y el futuro de las naciones están siendo comprometidos por prácticas políticas corruptas, y las instituciones del estado son inefectivas, los tribunales populares serian una buena práctica democrática de juzgar a líderes políticos corruptos.

Héctor Geager

Noviembre 11, 2012

New York

domingo, 22 de enero de 2012

Liderazgo e Integridad

“La gente necesita creer en la solidez de tu carácter e integridad”
J. Kouzes and B. Posner

Si estas en una posición de liderazgo, has el siguiente ejercicio. Escribe tus respuestas a estas preguntas:


1. ¿Por qué quisiste ser líder?
2. ¿Cuales son tus valores?
Genera una lista con por lo menos 15 valores.
3. Reduce la lista a los 5 valores más importante para ti, comenzando con el más importante como número 1.
4. ¿Las decisiones que toma, reflejan estos valores?

          Ya sea un líder empresarial, político, militar o en cualquier sector, el carácter y los valores son las rubricas para escogerlo.  La selección debe ser basada en su carácter y valores, nunca, nunca en sus triunfos. El carácter y valores de un líder no se comprometen.

          El elemento fundamental en la práctica del liderazgo es la Integridad. Son los ejemplos y modelos de integridad en el líder que se imitan y se siguen. La integridad en el carácter del líder se conoce por sus acciones y por lo que tolera en los demás.  

El líder que permite la corrupción de sus subordinados, es mucho más corrupto que ellos porque carece de integridad suficiente como modelo para imitar.  

Por consiguiente, es un líder desmoralizado y desmoralizador.  Este tipo de líder, quiméricamente cree que tiene seguidores.  ¡Que equivocado/a esta!  Aquellos que le siguen son acreedores de favores que cambian de dirección cuando llegan las crisis.

Hector Geager
Bermuda
December 2012