miércoles, 28 de enero de 2015
lunes, 26 de enero de 2015
lunes, 19 de enero de 2015
Periodismo e Integridad
"La
gente necesita creer en la solidez de tu carácter e integridad"
J.
Kouzes and B. Posner
Como líder social, el carácter y los valores constituyen la rúbrica que
define la práctica profesional del periodista. La selección debe ser basada en el
carácter y valores, jamás en los triunfos. El carácter y valores de un
periodista no se comprometen.
El elemento fundamental en la práctica del periodismo es la Integridad.
Son los ejemplos y modelos de integridad en el periodista que impactan y
mejoran la sociedad. La integridad en el carácter del periodista se refleja en
lo que comunica, la razón por la cual lo hace, sobre quien/quienes, y que
resultado espera obtener.
El periodista que esclaviza sus criterios profesionales a intereses que
no son del bien social, no avanza el proceso democrático. Ya que carece de integridad suficiente
como modelo para ser líder social y mucho menos, líder transformacional. Es un sujeto social desmoralizado y
desmoralizador.
Hector Geager
Noviembre 30, 2014
miércoles, 12 de marzo de 2014
lunes, 2 de septiembre de 2013
Dos Tipos de
Liderazgo Político
En el liderazgo político, los líderes transformacionales se destacan y sus
gobiernos causan un mayor impacto histórico, al enfocarse en la implementación
y desarrollo de cambios institucionales; en tanto introducen medidas políticas
y económicas para favorecer y empoderar
a sectores sociales más amplios.
Los líderes transformacionales respetan las normas y el estado de derecho.
No se consideran por encima de las leyes.
También mantienen un alto nivel de acountability
y generan grandes expectativas entre sus allegados y ministros. No toleran la corrupción administrativa y actúan rápidamente, con
valentía y coraje, cuando hay indicios de corrupción. Abren el proceso político y económico
haciendo que todo el mundo obedezca las reglas del juego. Ello facilita el empoderamiento de los
ciudadanos. Por ejemplo, promulgan leyes
de patentes que faciliten la entrada de todos los sectores sociales en las
actividades económicas de la nación, y hacen que todos respeten las leyes de la
propiedad privada.
Además, defienden y
promueven el pluralismo político como también refuerzan la institucionalidad de
las instituciones estatales. Lula es un
modelo de líder transformacional, por representar y apoderar al segmento social
de la clase trabajadora brasileña. A
pesar de que algunos de los ministros que sirvieron durante su administración
gubernamental han sido implicados en actos de corrupción. Como sostiene la Doctora María Elena Martin,
“En rigor el gobierno de Lula
tuvo altísimos niveles de corrupción, que recién Dilma está bajando. Ella echó a
de siete a ocho ministros de la gestión anterior con fuertes sospechas de
corrupción.”
Aquellos líderes políticos que se orientan a mantener el statu-quo a través de la construcción de
obras de infraestructura y la compra-venta
de favores políticos, son líderes transaccionales. Como tales, a corto plazo tienen un impacto
inmediato, pero a largo plazo su impacto en la sociedad es de menor cuantía
política y económica. Ello se debe a que usualmente son líderes que no exhiben
rectitud ni integridad en sus acciones. Al
final, cuando se examina cuidadosamente cómo han administrado el estado, surgen
evidencias que indican el empeoramiento de las condiciones políticas y
económicas de sus pueblos. Por ejemplo, el indicador más concreto es la
amplitud de las diferencias de ingresos entre las elites del país y los demás
segmentos sociales. Otra variable que se puede estudiar son los déficits que
crean al recurrir a préstamos internacionales. En consecuencia, tanto la
educación como la salud son áreas que particularmente sufren las embestidas de
este tipo de líderes, que embrutecen y malogran a sus pueblos.
Finalmente, sus excesos políticos comprometen y corroen la integridad de
las instituciones, creando así una gran falta de confianza de parte de los
ciudadanos en las mismas. Para muestra basta con preguntar al ciudadano común
si tiene confianza y respeto al sistema judicial, y si los jueces van a
reconocer sus derechos legales de la misma manera que lo harían con miembros de
las elites. Este simple ejercicio
dejaría ver el grado de des-institucionalidad imperante. La anemia institucional que crean es un
elemento primordial en el estudio y comprensión del proceso de desarrollo de sus
naciones.
Por último, muchas
veces aparecen algunos líderes híbridos que combinan elementos
transformacionales con transaccionales.
Estos generalmente fracasan porque no tienen una posición definida. Terminan siendo ineficaces porque aíslan
tanto a las elites como al resto de la sociedad. Nada más hay que analizar los resultados y
consecuencias de sus gobiernos para medir los grados de su ineficiencia e
inefectividad administrativas.
______________
Nota: Gracias
a la Doctora María Elena Martin, politóloga en la Universidad del Salvador,
Argentina, por su observación sobre la administración de Lula y las
correcciones textuales. Como también
agradezco las sugerencias y correcciones editoriales de Roberto Benitez.
domingo, 18 de noviembre de 2012
Tribunales
Populares Como Práctica Democrática
“Ningún hombre esta por encima de la ley y ningún
hombre esta por debajo de la ley”
Theodore Roosevelt
Es interesante
la idea de los tribunales populares como un simbólico medio de juzgar a
aquellos lideres políticos que cometan actos de corrupción, o que la hayan
permitido bajo su amparo, sino también por las decisiones que hayan tomado en
detrimento de sus pueblos. En países adonde las instituciones del estado están
históricamente desprestigiadas, como por ejemplo el sistema judicial, por la
ausencia de credibilidad y confianza, es casi un derecho democrático de los
ciudadanos constituirse en jueces de aquellos líderes que los condenan a la
pobreza y al subdesarrollo.
Para
enfocar mejor el asunto de los tribunales populares dentro del marco político,
hay que aceptar la primicia del orden político sobre el económico, ya que son
las instituciones políticas que dan origen al orden económico, y no viceversa.
En sociedades adonde las organizaciones e instituciones estatales son
ineficientes e inefectivas, prevalece el desorden económico. Los gobernantes
electos son responsables de estas instituciones y como tal es su deber hacerlas
mas eficientes, siendo sus metas el crear prosperidad, y por consiguiente, el
desarrollo del país. Es de ahí, que las decisiones que toman los líderes políticos
crean la prosperidad o la pobreza de sus compatriotas. Acemoglu y Robinson
sostienen que, los “. . . países son pobres porque aquellos que tienen el poder
toman decisiones que crean la pobreza.”
Aunque
es inquietante, debemos entender y aceptar que aquellos líderes a los cuales
sus pueblos, a través del voto, les otorgan el poder de decisión, hacen malas
decisiones y cometen errores a propósito. Deciden aceptar o cometer actos de
corrupción a sabiendas de que las instituciones son ineficaces e inefectivas en
el ejercicio de sus funciones, y que por lo tanto, están al margen de las
leyes. Se consideran intocables. Consistentemente socaban la legitimidad y
credibilidad de las instituciones del estado hasta que los pueblos desarrollan desconfianza,
cinismo, animadversión y apatía hacia estas instituciones. Hay que reiterar y
enfatizar que es a propósito que actúan corruptamente y no por ignorancia, o
por error. Crean una cleptocracia, donde
se revuelcan como lideres cleptómanos políticos.
Para
comprender mejor el asunto de la corrupción, y consecuentemente la pobreza de
los países, debemos estudiar como realmente se toman las decisiones en los
círculos del poder político; como se toman decisiones en La Presidencia, El
Congreso y La Justicia. Además de identificar quienes son los que realmente toman
las decisiones. También hay que entender las razones que los líderes políticos
dan para justificar sus decisiones. Pero más importante aún es excavar dentro
del palabrerío las verdaderas razones detrás de sus decisiones. Hay que
preguntarse cuales son los intereses personales que dirigen a los que tienen el
poder de decisiones. ¿Quiénes se
benefician de las decisiones que ellos toman? ¿Cuáles son las implicaciones futuras
para el país y las instituciones del estado?
Es
basándome en este sucinto y breve análisis de como las instituciones y gobernantes
contribuyen a la prosperidad o pobreza de sus naciones, que considero la
creación de tribunales populares un derecho democrático como simbolismo de la
falta de confianza de los pueblos en las instituciones del estado. Los pueblos
tienen el derecho de juzgar a los corruptos y habilidosos que se enriquecen a
través del estado imparcialmente, sin tomar en cuenta afiliación política,
posición económica o social. Es un crimen de lesa patria el condenar países a
la pobreza. Donde la educación, la salud, el carácter y el futuro de las naciones
están siendo comprometidos por prácticas políticas corruptas, y las
instituciones del estado son inefectivas, los tribunales populares serian una
buena práctica democrática de juzgar a líderes políticos corruptos.
Héctor Geager
Noviembre 11, 2012
New York
domingo, 22 de enero de 2012
Liderazgo e Integridad
“La gente
necesita creer en la solidez de tu carácter e integridad”
J. Kouzes and B. Posner
1. ¿Por qué
quisiste ser líder?
2. ¿Cuales
son tus valores?
Genera una lista con por lo menos 15 valores.
3. Reduce la lista a los 5 valores más importante para ti, comenzando con el más importante como número 1.
3. Reduce la lista a los 5 valores más importante para ti, comenzando con el más importante como número 1.
4. ¿Las decisiones
que toma, reflejan estos valores?
Ya sea
un líder empresarial, político, militar o en cualquier sector, el carácter y
los valores son las rubricas para escogerlo.
La selección debe ser basada en su carácter y valores, nunca, nunca en
sus triunfos. El carácter y valores de un líder no se comprometen.
El
elemento fundamental en la práctica del liderazgo es la Integridad. Son los
ejemplos y modelos de integridad en el líder que se imitan y se siguen. La integridad
en el carácter del líder se conoce por sus acciones y por lo que tolera en los demás.
El líder que permite la corrupción de sus subordinados, es mucho más corrupto que ellos porque carece de integridad suficiente como modelo para imitar.
Por consiguiente, es un líder desmoralizado y desmoralizador. Este tipo de líder, quiméricamente cree que tiene seguidores. ¡Que equivocado/a esta! Aquellos que le siguen son acreedores de favores que cambian de dirección cuando llegan las crisis.
El líder que permite la corrupción de sus subordinados, es mucho más corrupto que ellos porque carece de integridad suficiente como modelo para imitar.
Por consiguiente, es un líder desmoralizado y desmoralizador. Este tipo de líder, quiméricamente cree que tiene seguidores. ¡Que equivocado/a esta! Aquellos que le siguen son acreedores de favores que cambian de dirección cuando llegan las crisis.
Hector Geager
Bermuda
December 2012