domingo, 18 de noviembre de 2012


Tribunales Populares Como Práctica Democrática

“Ningún hombre esta por encima de la ley y ningún hombre esta por debajo de la ley

Theodore Roosevelt

               Es interesante la idea de los tribunales populares como un simbólico medio de juzgar a aquellos lideres políticos que cometan actos de corrupción, o que la hayan permitido bajo su amparo, sino también por las decisiones que hayan tomado en detrimento de sus pueblos. En países adonde las instituciones del estado están históricamente desprestigiadas, como por ejemplo el sistema judicial, por la ausencia de credibilidad y confianza, es casi un derecho democrático de los ciudadanos constituirse en jueces de aquellos líderes que los condenan a la pobreza y al subdesarrollo.

               Para enfocar mejor el asunto de los tribunales populares dentro del marco político, hay que aceptar la primicia del orden político sobre el económico, ya que son las instituciones políticas que dan origen al orden económico, y no viceversa. En sociedades adonde las organizaciones e instituciones estatales son ineficientes e inefectivas, prevalece el desorden económico. Los gobernantes electos son responsables de estas instituciones y como tal es su deber hacerlas mas eficientes, siendo sus metas el crear prosperidad, y por consiguiente, el desarrollo del país. Es de ahí, que las decisiones que toman los líderes políticos crean la prosperidad o la pobreza de sus compatriotas. Acemoglu y Robinson sostienen que, los “. . . países son pobres porque aquellos que tienen el poder toman decisiones que crean la pobreza.”

            Aunque es inquietante, debemos entender y aceptar que aquellos líderes a los cuales sus pueblos, a través del voto, les otorgan el poder de decisión, hacen malas decisiones y cometen errores a propósito. Deciden aceptar o cometer actos de corrupción a sabiendas de que las instituciones son ineficaces e inefectivas en el ejercicio de sus funciones, y que por lo tanto, están al margen de las leyes. Se consideran intocables. Consistentemente socaban la legitimidad y credibilidad de las instituciones del estado hasta que los pueblos desarrollan desconfianza, cinismo, animadversión y apatía hacia estas instituciones. Hay que reiterar y enfatizar que es a propósito que actúan corruptamente y no por ignorancia, o por error. Crean una cleptocracia, donde se revuelcan como lideres cleptómanos políticos.

         Para comprender mejor el asunto de la corrupción, y consecuentemente la pobreza de los países, debemos estudiar como realmente se toman las decisiones en los círculos del poder político; como se toman decisiones en La Presidencia, El Congreso y La Justicia. Además de identificar quienes son los que realmente toman las decisiones. También hay que entender las razones que los líderes políticos dan para justificar sus decisiones. Pero más importante aún es excavar dentro del palabrerío las verdaderas razones detrás de sus decisiones. Hay que preguntarse cuales son los intereses personales que dirigen a los que tienen el poder de decisiones.  ¿Quiénes se benefician de las decisiones que ellos toman? ¿Cuáles son las implicaciones futuras para el país y las instituciones del estado?

         Es basándome en este sucinto y breve análisis de como las instituciones y gobernantes contribuyen a la prosperidad o pobreza de sus naciones, que considero la creación de tribunales populares un derecho democrático como simbolismo de la falta de confianza de los pueblos en las instituciones del estado. Los pueblos tienen el derecho de juzgar a los corruptos y habilidosos que se enriquecen a través del estado imparcialmente, sin tomar en cuenta afiliación política, posición económica o social. Es un crimen de lesa patria el condenar países a la pobreza. Donde la educación, la salud, el carácter y el futuro de las naciones están siendo comprometidos por prácticas políticas corruptas, y las instituciones del estado son inefectivas, los tribunales populares serian una buena práctica democrática de juzgar a líderes políticos corruptos.

Héctor Geager

Noviembre 11, 2012

New York

domingo, 22 de enero de 2012

Liderazgo e Integridad

“La gente necesita creer en la solidez de tu carácter e integridad”
J. Kouzes and B. Posner

Si estas en una posición de liderazgo, has el siguiente ejercicio. Escribe tus respuestas a estas preguntas:


1. ¿Por qué quisiste ser líder?
2. ¿Cuales son tus valores?
Genera una lista con por lo menos 15 valores.
3. Reduce la lista a los 5 valores más importante para ti, comenzando con el más importante como número 1.
4. ¿Las decisiones que toma, reflejan estos valores?

          Ya sea un líder empresarial, político, militar o en cualquier sector, el carácter y los valores son las rubricas para escogerlo.  La selección debe ser basada en su carácter y valores, nunca, nunca en sus triunfos. El carácter y valores de un líder no se comprometen.

          El elemento fundamental en la práctica del liderazgo es la Integridad. Son los ejemplos y modelos de integridad en el líder que se imitan y se siguen. La integridad en el carácter del líder se conoce por sus acciones y por lo que tolera en los demás.  

El líder que permite la corrupción de sus subordinados, es mucho más corrupto que ellos porque carece de integridad suficiente como modelo para imitar.  

Por consiguiente, es un líder desmoralizado y desmoralizador.  Este tipo de líder, quiméricamente cree que tiene seguidores.  ¡Que equivocado/a esta!  Aquellos que le siguen son acreedores de favores que cambian de dirección cuando llegan las crisis.

Hector Geager
Bermuda
December 2012